Celesto y aquel aroma de los asturianos que "inventaron" el habano
"El medio rural nos trae a todos sin cuidado. Mira Candamo, con sus comunicaciones, cómo están. Me temo que lo rural va a desaparecer todo"

Julián Rus
Celesto Menéndez. Ingeniero de Montes jubilado. Tiene 75 años y fue, durante décadas, funcionario de la Consejería de Agricultura del Principado. Su familia, que ha dejado su huella en algunas destacadas casonas de San Román de Candamo, como la que él habita y cuida con mimo –en especial un maravilloso jardín-huerta–, atesora la fabulosa historia de los emigrantes asturianos que dieron fama internacional a marcas de puros habanos como Montecristo o Partagás
"Nosotros venimos todos de una dinastía de emigrantes que salió de San Román de Candamo. A mediados del XIX, emigrantes a Nueva York. Y después, principios y mediados del siglo XX, emigrantes a Cuba. Yo nací y vivo en Oviedo, pero estoy mucho en San Román. Sigo yendo a la casa de mi abuela, que ahora es la mía. Mi abuela, Cándida, era el punto de unión de un montón de hermanos suyos y de sus hijos. Cuando venían esas visitas de los indianos a Asturias el punto de encuentro era San Román".
"Hubo una oleada de emigrantes de San Román todos muy interesantes. Hubo un pequeño grupo de emigrantes que fueron muy famosos, con mucho dinero y que hicieron mucho por el pueblo. Uno fue Juan Antonio Bances y, por lo que a mí me corresponde, los García López, hermanos de mi abuela: Francisco, Félix y Ramón, que están ahí sus casas para ver. Mi abuela, que luego heredó la casa de Francisco, se quedó en Candamo. Solo emigraban los varones y solteros".
"Francisco, por ejemplo, fue el que construyó el Capitolio de Grado, ese palación que está junto al parque. La placa está mal. Se atribuye a un indiano muy posterior y de Santo Domingo. Esa casa está hecha por Francisco García López, que era muy campechano, lo llamaban Pacho en Grao".
"Hacia 1850-1840 los tres hermanos de mi abuela emigraron a Estados Unidos y allí hicieron mucha fortuna en la banca y empezaron sus relaciones con el tabaco, pero como financieros. Hubo otro emigrante de su edad, también de San Román, que es Julián Álvarez. Otro magnate. En su correspondencia se ve que se ayudaban mucho entre ellos, debían de conocerse ya de la escuela. Julián Álvarez desarrolló otra táctica: en vez de tener tabaco en Cuba, creó una marca en Estados Unidos. Tengo su necrológica, debió ser un alma caritativa. Luego está Juan Antonio Bances, que también es algo familia de mi mujer. Bances se dedicó más a la banca y, aunque llegó a ser dueño de Partagás, enseguida lo soltó. Se lo dejó a Julián Álvarez. Como ves, entre amigos de la escuela andaba la cosa. Y luego hubo otros que cuyo recuerdo casi se ha perdido. Por ejemplo, Manuel López, que también es de San Román. O Manuel Valle, de San Tirso, que era el marido de Concha Heres".
Traslado a Madrid
"Los hermanos de mi padre, todos, emigraron a Cuba, se dedicaron al tabaco. H. Hupmman, Montecristo, Por Larrañaga…. Todas esas marcas de habanos eran suyas. Mi padre era el pequeño y lo mandaron volver para acá. Los que se quedaron, se casaron con hispano-cubanas. Mi padre se casó aquí y vivieron en San Román con mi abuela hasta 1944. Mi padre se dedicó siempre también al tabaco, pero en España. Tenía la representación de H. Uppman, Por Larrañaga, Montecristo, Petronio… las marcas que ellos manejaban. Entonces, por necesidad del negocio, tuvo que trasladarse a Oviedo y, al final, acabamos trasladándonos todos a Madrid".
Jamón como biodramina
"Yo nací en Oviedo, pero mis hermanas ya no. A Madrid me llevaron con nueve años. Pero volvíamos todo lo que podíamos. A la mínima marchabas para San Román. Las Navidades, la Semana Santa… Y aquellos veranos, que duraban cuatro meses".
"La carretera era malísima, horrible. De Oviedo a San Román parábamos en Vega de Anzo, en lo que entonces se llamaba Casa Manolo. Mi padre nos tenía convencidos de que comiendo jamón vomitábamos menos. Y parábamos, hacíamos una parada por donde está el Loan, yendo por la carretera vieja, cuando pasas el puente de Llera. Allá, a la izquierda, había un bar y allí íbamos a comer jamón".
Las comunicaciones
–Las comunicaciones han mejorado mucho con la autovía Oviedo-Grado. Ahora Candamo está casi a tiro de piedra…
–Bueno, a tiro de piedra no. Los transportes en el concejo pegaron una caída en los últimos 10 o 20 años. Es terrible. La carretera de San Román a Grao es un tormento. Se te salen hasta las marchas del coche. ¿Y el tren? El tren es ruinoso. Yo ya no lo cojo porque no sabes si vas a llegar. Es que tiene averías constantemente y, si no, hay retrasos. Al final te llevan en taxi, pero si vas a San Román a trabajar un poco la huerta por la mañana y a charlar algo con la gente, acabas echando cuatro horas de viaje entre ir y volver.
"De acuerdo que no quieran tener personal allí, en la estación de tren, pero por lo menos un pantallina que ponga que hay avería o que va a llegar tarde… Pero no. Tú estás ahí y de repente no llega, no llega... Y a la media hora parece un señor que luego descubres que es un taxista y que te dice: ‘¿Vas para Pravia? Te llevo’. Estupendo que den trabajo a los taxis, pero no tiene sentido. Es una falta de atención tal al usuario que parece que nos están diciendo: ‘A ver si os cansáis y nos dejáis cerrar la línea’. En San Román, entre las cosas buenas para vivir allí, era decir que había farmacia, médico, tren y hasta la playa a pocos minutos. Oye, ¿qué más puedes pedir, no? Pues ahora nadie te dice lo del tren".
"Y luego la carretera. El tramo Grullos-Grado es un desastre. Y, que yo sepa, es una obra que se iba a ejecutar en 2011 y mira dónde estamos ya. Y el otro tramo, el de San Román a Pravia, que era nuevo, está empezando a estropearse. Ahora están arreglando la carretera de Grullos-La Peral. Otra cosa son los servicios que dependen del ayuntamiento. Lo que no son competencias municipales están muy mal. En cuanto a las comunicaciones, sí que han adelantado con la fibra óptica, que creo que es vital y, bueno, ya es hora que llegara".
–Si le parece, seguimos con su historia personal. Se trasladó con su familia a Madrid y…
–Allí hice el bachiller y luego estudié Ingeniería de Montes. Acabé en el 77, cuando aquella crisis famosa (la del petróleo) y fuimos la primera promoción de la historia que se quedó un paro. Entonces vine un poco por aquí por Asturias. Había echado novia en San Román. Aquí hay una generación que podemos identificar como ‘los que echamos novia en el Maijeco’. Los de San Román éramos fanáticos del Maijeco (la discoteca de referencia en el Grado en los años 70-80). Subíamos todos en el Vasco a las tres, tomábamos unos tal y unos cual y, después, para el Maijeco a las seis de la tarde y hasta las diez, que era la hora de retirada".
"Entonces, al acabar la carrera, vine a ver a la que hoy es mi mujer, a cortejar un poco. Queríamos casarnos, pero había que encontrar trabajo. Ella, que se llama Beatriz Díaz, ya trabajaba en lo suyo, la biología. Trabajó un año en Madrid y luego ya aquí en la facultad, se jubiló como Catedrática de Fisiología Animal. Entonces, estando por aquí, Jaime Vigón, que era jefe provincial del Icona y había sido presidente de la Diputación, ingeniero agrónomo, me ofreció trabajo y empecé a trabajar en Asturias. Empecé en viveros y después trabajé en montes vecinales en mano común".
Con Arango en Agricultura
"Después vinieron las transferencias y los que estábamos en el Icona pasamos el Principado y me tocó la época de Jesús Arango de consejero de Agricultura, con el que me llevo muy bien. Hice muy buenas amistades de aquella época. Luego seguí siempre en la consejería y yo creo que, menos el puesto de director, ocupé todas las secciones y cargos que había. El tema de los viveros me gusta mucho. Fui uno de los que hizo el vivero de La Mata, que en tecnología vegetal fue puntero en España. Ahora no sé cómo está. Desde que me jubilé no volví. No hay que andar metiendo las narices en los sitios de los demás y contando las batallitas de los viejos".
"Anduve por todos los montes de Asturias y conozco todos los concejos de Asturias menos Gijón, que no tiene montes. Pero los demás, sí. Me da igual Mieres que Ponga. Ahora, todos los que tenemos que ver con el sector somos conscientes de que no hubo absolutamente ningún interés por un desarrollo forestal de Asturias. Lo forestal sólo funciona con una programación temporal y si crees que hay que hacer un plan pues hazlo y, si lo haces, después acátalo. Y después hay que tener una asignación de recursos: tú dime cuándo voy a tener cien y cuándo voy a tener diez. Pero si me colocas a la cola de todo y ni siquiera tengo un programa que seguir pues…"
Planificar el monte
"Hay que entrar en otro sentimiento y que los políticos hagan un verdadero desarrollo forestal de Asturias. Pero, ya digo, el desarrollo forestal tiene que estar programado en el tiempo y en el espacio. A mí, como técnico, me da lo mismo que me digas eucaliptos sí o eucaliptos no. Tú dime, yo te obedezco y hago el plan. Pero no me puedes dejar en el limbo. Y claro, es lo que está pasando: a veces sí y a veces, no. Depende de quien vote. Lo que no puede ser el desarrollo forestal es asambleario. A la gente le preguntas una vez y, una vez que le preguntes, eso tiene que quedar fijado. No digo que no haya participación. Al revés, tiene que haberla. Recoge lo que te dice la gente y haz un plan. Pero cuando cambies de equipo, no me lo cambies otra vez".
"El ritmo de repoblación debe andar por las mil hectáreas al año. Si quieres hacer algo, tendrías que repoblar 5.000. No hablo ya de llegar a 10.000 hectáreas porque es un ideal. Pero hay que planificar. Tendrás que saber qué sitio tienen ocupar los ganaderos y qué sitio tiene ocupar el árbol. Está muy mal entender lo forestal solo como lo relativo al árbol, al eucalipto. Lo forestal es todo y los pastos también son forestales, pero necesitan su organización".
"No ha habido una política forestal ni seria ni mantenida. Además, cada concejo es diferente. Incluso partes del mismo concejo son diferentes. La política forestal que puede tener Lena no tiene nada que ver con la de Candamo. Candamo tiene un terreno de una gran producción, es un terreno buenísimo, tiene unos valles con buenas orientaciones y con un suelo calizo muy rico. Pero ahí el problema es otro, son parcelas muy pequeñas. Hay fórmulas para unir los terrenos para producir en cooperativo. Yo sospecho que dentro de tres o cuatro generaciones, cuando ninguno sepa ya dónde está su monte nada más que con el GPS y el catastro en la mano, entonces en ese momento dirán: bueno, mira, yo lo cedo para formar una cooperativa. Entonces sí, pero mientras tanto, andas con cuatro eucaliptos. Y dónde vas con eso, no te da para nada".
Incendios
"De repente todo arde y todo el mundo cree que tiene una solución. El otro día lo comentaba precisamente con Jesús Arango.... Orígenes posibles de un cerillazo puede haber veinte o cuarenta. Ese es un problema demasiado complicado para pensar que en una semana puedes tener un veredicto. ¿Este problema lo tienen los ganaderos? No, vamos a ver. En tal sitio, a tal hora, tal mes, lo tuvo un ganadero. Pero después, en tal sitio, lo tuvo un turista que estuvo haciendo el canelo. Y en otro sitio lo tuvo un terrorista. Y en otro sitio fue por echar la caza para no sé dónde. Pero decir sin ningún estudio, sin ninguna aproximación, decir que tienes la solución para los incendios me parece que es una locura. Porque es un problema mental de la sociedad, digamos. Estamos acostumbrados a usar el fuego como herramienta, y eso no nos lo va a quitar nadie".
Llegan los lobos a Candamo
"Creo que nunca va a haber una política forestal, porque no hay ningún interés. El medio rural nos trae a todos sin cuidado. Mira Candamo, con sus comunicaciones, cómo están. Me temo que lo rural va a desaparecer todo. Por lo menos en su estado actual. Ahora sí va a quedar todo para el lobo y el oso. Igual es hacia donde caminamos. Porque, vamos, tiene pecado que haya lobos en Candamo, que no están citados ni en la Edad Media. Y, además, hay que protegerlo. En San Román, ya mataron ovejas. No tiene ningún sentido. Yo no digo desaparecer la especie, pero controlarla sí. O lo que está pasando con jabalí, que es una feria. ¿No andamos todos locos con el jabalí haciendo fotos por aquí y por allá? ¿Los políticos no organizan unas batidas para proteger el maíz y las fabas, a los pocos que las cultivan ya? ¿O qué?".
Candamo, de la Prehistoria a la absoluta modernidad
